Cantidad y frecuencia que se recomienda tomar leche de quinoa

La cantidad y frecuencia recomendada para consumir leche de quinoa depende de varios factores, como la edad, el estado de salud y las necesidades nutricionales individuales. Sin embargo, a continuación, se presentan algunas recomendaciones generales basadas en estudios científicos:

Cantidad diaria: Según un estudio realizado por Repo-Carrasco-Valencia et al. (2010), una ingesta diaria de 200 a 300 ml de leche de quinoa puede proporcionar una cantidad considerable de proteínas, minerales y antioxidantes. Además, Mäkinen et al. (2015) sugieren que consumir de 1 a 2 vasos de leche de quinoa al día puede contribuir a una dieta saludable y equilibrada.

Frecuencia: La leche de quinoa puede consumirse de manera regular, ya sea como bebida o incorporada en otras preparaciones culinarias. Vega-Gálvez et al. (2010) recomiendan incluir la leche de quinoa en la dieta diaria o, al menos, varias veces por semana para aprovechar sus beneficios nutricionales.

Es importante tener en cuenta que la leche de quinoa no debe considerarse como un sustituto completo de la leche de origen animal, especialmente para niños y personas con necesidades nutricionales específicas (Mäkinen et al., 2015). En estos casos, se recomienda consultar con un profesional de la salud para determinar la cantidad y frecuencia adecuadas.

Además, es esencial tener en cuenta las necesidades energéticas individuales y ajustar el consumo de leche de quinoa en consecuencia. Las personas con restricciones calóricas o condiciones médicas específicas pueden requerir recomendaciones personalizadas (Repo-Carrasco-Valencia et al., 2010).

En resumen, mientras que consumir de 200 a 300 ml de leche de quinoa al día puede ser beneficioso para la mayoría de las personas, las recomendaciones específicas deben adaptarse a las circunstancias individuales y, en caso de duda, consultar con un profesional de la salud.

Referencias:

Mäkinen, O. E., Wanhalinna, V., Zannini, E., & Arendt, E. K. (2015). Foods for Special Dietary Needs: Non-dairy Plant-based Milk Substitutes and Fermented Dairy-type Products. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 56(3), 339-349. https://doi.org/10.1080/10408398.2012.761950

Repo-Carrasco-Valencia, R., Hellström, J. K., Pihlava, J. M., & Mattila, P. H. (2010). Flavonoids and other phenolic compounds in Andean indigenous grains: Quinoa (Chenopodium quinoa), kañiwa (Chenopodium pallidicaule) and kiwicha (Amaranthus caudatus). Food Chemistry, 120(1), 128-133. https://doi.org/10.1016/j.foodchem.2009.09.087

Vega-Gálvez, A., Miranda, M., Vergara, J., Uribe, E., Puente, L., & Martínez, E. A. (2010). Nutrition facts and functional potential of quinoa (Chenopodium quinoa willd.), an ancient Andean grain: a review. Journal of the Science of Food and Agriculture, 90(15), 2541-2547. https://doi.org/10.1002/jsfa.4158