La leche de avellanas, también conocida como leche de nueces o leche de avellana, es una bebida vegetal elaborada a partir de las nueces de avellana (Corylus avellana). Se ha convertido en una alternativa popular a la leche de origen animal, especialmente para aquellos que siguen dietas vegetarianas, veganas o tienen alergias a la leche de vaca (Mäkinen et al., 2016).
La leche de avellanas se prepara remojando y triturando las nueces de avellana con agua, y luego colando la mezcla para obtener un líquido lechoso. Esta leche vegetal es rica en grasas insaturadas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales (Chalé et al., 2023). Además, tiene un sabor suave y cremoso que la hace atractiva como sustituto de la leche en diversos productos y preparaciones culinarias.
Desde el punto de vista nutricional, la leche de avellanas destaca por su alto contenido de ácidos grasos insaturados, especialmente el ácido oleico, que se ha asociado con beneficios para la salud cardiovascular (Maguire et al., 2004). También es una buena fuente de vitamina E, un potente antioxidante, y de minerales como el magnesio y el manganeso (Chalé et al., 2023).
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al igual que otras leches vegetales, la leche de avellanas carece de algunos nutrientes presentes en la leche de vaca, como la vitamina B12 y el calcio (Sethi et al., 2016). Por lo tanto, su consumo debe complementarse con una dieta equilibrada para satisfacer todas las necesidades nutricionales.
En cuanto a su vida útil y condiciones de almacenamiento, la leche de avellanas sin conservantes suele tener una vida útil de aproximadamente 4-7 días cuando se mantiene refrigerada (Chalé et al., 2023). Es crucial protegerla de la luz y el calor excesivo para preservar sus propiedades y evitar su deterioro.
Referencias:
Chalé, AG, Manzano, CM y Fregoso, CS (2023). Leche y alternativas a la leche vegetal: calidad nutricional y efectos sobre la salud. Nutrientes, 15(3), 617. https://doi.org/10.3390/nu15030617
Maguire, LS, O’Sullivan, SM, Galvin, K., O’Connor, TP y O’Brien, NM (2004). Perfil de ácidos grasos, contenido de tocoferoles, escualeno y fitosterol de nueces, almendras, maní, avellanas y nuez de macadamia. Revista Internacional de Ciencias de los Alimentos y Nutrición, 55(3), 171-178. https://doi.org/10.1080/09637480410001725175
Mäkinen, OE, Wanhalinna, V., Zannini, E. y Arendt, EK (2016). Alimentos para necesidades dietéticas especiales: Sucedáneos de la leche de origen vegetal no lácteos y productos de tipo lácteo fermentado. Reseñas críticas en ciencia de los alimentos y nutrición, 56(3), 339-349. https://doi.org/10.1080/10408398.2012.761950
Sethi, S., Tyagi, SK y Anurag, RK (2016). Las alternativas a la leche de origen vegetal, un segmento emergente de bebidas funcionales: una revisión. Revista de ciencia y tecnología de los alimentos, 53(9), 3408-3423. https://doi.org/10.1007/s13197-016-2328-3
