¿Cuánto tiempo tomará experimentar los beneficios de incorporar la miel con curcuma a la dieta?

El tiempo que toma experimentar los beneficios de incorporar la miel con cúrcuma a la dieta puede variar según los efectos deseados y la condición de salud de cada persona. Sin embargo, algunos estudios han investigado el tiempo aproximado para observar ciertos beneficios.

Beneficios antioxidantes y antiinflamatorios: La cúrcuma, gracias a su compuesto principal, la curcumina, posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Según un estudio realizado por Cheng et al. (2001), los niveles de marcadores antioxidantes en la sangre aumentan significativamente después de tomar suplementos de curcumina durante 4 semanas. Otro estudio de Goel et al. (2008) encontraron que los niveles de citocinas inflamatorias disminuyeron después de 8 semanas de consumir cúrcuma.

Beneficios antimicrobianos y cicatrizantes: La miel y la cúrcuma también tienen propiedades antimicrobianas y cicatrizantes. Un estudio de Akbik et al. (2014) mostraron que la aplicación tópica de una mezcla de miel y cúrcuma en heridas crónicas aceleró el proceso de cicatrización en comparación con el tratamiento estándar, con resultados visibles después de 2 semanas.

Beneficios para la salud general: Para experimentar los beneficios generales de la miel y la curcuma en la dieta, como la mejora del sistema inmunológico y la reducción del estrés oxidativo, se sugiere incorporarlos de manera constante durante al menos 4 a 8 semanas (Gupta et al., 2013; Khalil et al., 2015).

Es importante tener en cuenta que los tiempos pueden variar según la dosis, la forma de consumo y las condiciones de salud individuales. Además, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de incorporar suplementos o realizar cambios significativos en la dieta.

Referencias:

Akbik, D., Ghadiri, M., Chrzanowski, W. y Rohanizadeh, R. (2014). La curcumina como agente cicatrizante de heridas. Ciencias de la vida, 116(1), 1-7. https://doi.org/10.1016/j.lfs.2014.08.016

Cheng, AL, Hsu, CH, Lin, JK, Hsu, MM, Ho, YF, Shen, TS, … y Hsieh, CY (2001). Ensayo clínico de fase I de curcumina, un agente quimiopreventivo, en pacientes con lesiones premalignas o de alto riesgo. Investigación contra el cáncer, 21(4B), 2895-2900.

Goel, A., Kunnumakkara, AB y Aggarwal, BB (2008). La curcumina como «curcumina»: de la cocina a la clínica. Farmacología bioquímica, 75(4), 787-809. https://doi.org/10.1016/j.bcp.2007.08.016

Gupta, SC, Patchva, S. y Aggarwal, BB (2013). Funciones terapéuticas de la curcumina: lecciones aprendidas de los ensayos clínicos. La revista AAPS, 15(1), 195-218. https://doi.org/10.1208/s12248-012-9432-8

Khalil, MI, Alam, N., Moniruzzaman, M., Sulaiman, SA y Gan, SH (2015). Composición de ácido fenólico y propiedades antioxidantes de las mieles de Malasia. Revista de ciencia de los alimentos, 80(6), C921-C928. https://doi.org/10.1111/1750-3841.12848